Prepara tu piel para disfrutar del sol de verano

Exponer nuestra piel al sol y a los rigores del verano después del invierno y la primavera siempre ha exigido una preparación previa, pero este año, tras semanas de confinamiento, esos cuidados deben ser aún más rigurosos.
Durante estas semanas de marzo, abril y mayo en las que apenas hemos abandonado nuestras casas, nuestra piel ha recibido menos radiaciones solares y ha estado mucho menos expuesta al viento y a otros fenómenos meteorológicos, por lo que es necesario prepararla para hacer frente al verano.
Además de las negativas consecuencias del estrés en nuestra salud, también en la cutánea, otro factor que ha podido incidir en el estado de nuestra piel es el exceso de horas de exposición a las pantallas de nuestros dispositivos electrónicos: móviles, tabletas, ordenadores portátiles… No podemos olvidar que la exposición directa a la luz azul -la emitida por nuestras ventanas digitales- genera radicales libres en la piel, que aceleran la producción de arrugas.
Siempre con protección
Si hay algún producto que sea un must en época estival, este es, sin duda, el protector solar. Se recomienda que los primeros baños de sol se disfruten con cremas con una protección SPF 50 para las zonas más sensibles, como el escote y la parte superior de la espalda. La crema protectora debe aplicarse una media hora antes de tomar el sol, y hay que ir aplicándose más tras los baños en el agua y según vayan transcurriendo las horas. Otro consejo que nace del sentido común es que, en la medida de lo posible, evitemos las horas centrales del día, que son idóneas para hidratarse con bebidas frías y refrescantes.
Según vayan transcurriendo los días y podamos ir incrementando también la exposición al sol, podremos ir rebajando la protección solar, pero nunca dejaremos de utilizarla, ni siquiera al final del verano, cuando nuestra piel se haya habituado al calor de la luz solar. La dureza del la luz del sol se ha incrementado en los últimos años, algo que perciben quienes hasta ahora nunca se quemaban y ahora empiezan a sufrirlo, por lo que hay que ser muy cautelosos.
Limpieza e hidratación profunda
Antes de enfrentarnos a los rayos solares, en primer lugar, será necesario limpiar y exfoliar nuestro cutis para eliminar todas las bacterias, y suciedad acumulada. El siguiente paso que podemos seguir es someternos a ‘peelings’ en zonas concretas de nuestra piel para eliminar las células muertas. De esta manera, todos los tratamientos que empleemos se absorberán rápidamente y se notarán antes los resultados.
Nutrir e hidratar son dos pasos clave para plantarle cara a los rayos UV. El sol acelera el envejecimiento de la piel y es conveniente nutrirla con productos que aporten alto contenido en vitamina C, ácido hialurónico y colágeno.
Si además queremos un plus de protección desde el interior, podemos incluir en nuestra dieta alimentos que nos preparan, protegen del sol y pigmentan la piel.
No obstante, la situación excepcional vivida en 2020 hace que cobre mayor relevancia la intervención de profesionales que sepan cuáles son los cuidados que debe recibir nuestra piel antes de soportar la dureza del sol estival. Puedes consultarnos para que el equipo de Alluring Clinic te ayude a evaluar y preparar un plan personalizado para que tu piel esté preparada para el verano.